Se podría hablar
de la marca Lamborghini como un antes y un después del modelo masss icónico de Sant'agata
Bolognese. Como la esencia masss pura de los super-deportivos destinado a
cambiar todos los conceptos conocidos hasta los años 60’s.
El Lamborghini Miura fue presentado en el Motor Show de Ginebra en 1966 con un chasis monocasco de acero y una suspensión con dos brazos y ballestas tanto para la parte trasera como adelante, implantando una barra antivuelco en cada vértice.
El Lamborghini Miura fue presentado en el Motor Show de Ginebra en 1966 con un chasis monocasco de acero y una suspensión con dos brazos y ballestas tanto para la parte trasera como adelante, implantando una barra antivuelco en cada vértice.
Los
ingenieros de la marca Giampaolo Dallara y Paolo Stanzani, eran entusiastas de
las carreras a quienes impresionó el éxito del Ford GT- 40 y el Ferrari 250LM
con motor central. Con lo que, propusieron los planes para realizar un
Lamborghini para carretera, basado en una tecnología similar a los autos de competición.
La marca lo aprobó y se puso en marcha para llevar a cabo lo que sería el Miura
(nombre de una ganadería de toros bravos porque el propio Ferruccio Lamborghini
había nacido bajo el signo de Tauro).
Con la
empresa Touring hacia la bancarrota (los
diseñadores rivales), los Bertone confiaron a uno de sus nuevos diseñadores
jovenes, Marcello Gandini, para dibujar una carrocería de aluminio que se
acoplara al chasis del Miura, creando la belleza en estado puro. La plataforma
del chasis se completaba con un motor transversal V12 situado justo detrás del
conductor.
Muy Bajo y
ancho, el Lamborghini Miura mantenía una zaga inclinada con la cola colgante y
en la parte también colgante del frontal donde se incluían el radiador y los faros.
La distribución del peso era casi perfecta, 45/55, gracias al cuidadoso
posicionamiento de la rueda de repuesto y el depósito de gasolina en la parte
delantera del nuevo super-deportivo.
Entre sus
detalles de distinción se incluyen los faros retráctiles alineados con la
carrocería, que en los primeros modelos fabricados, incluía unos pequeños párpados encima y debajo
de los faros como si se tratara de una mirada femenina y sensual. Ademas de un parabrisas muy inclinado que servía para broncear a sus ocupantes
cuando circulaban con vista al sol, pequeñas ventanas, grandes puertas y
entradas de aire en la parte trasera para enfriar los frenos posteriores.
Como si el
diseño por sí mismo no fuera suficiente, muchos Lamborghini Miura se pintaron
de colores muy llamativos incluyendo el naranja o verde, muy de moda a finales
de los 60’s. El habitáculo del Miura era pequeño (2 ocupantes) pero funcional,
y en concreto el cambio de marchas era especialmente duro. La postura del
conductor era incómoda debido a la posición del motor justo atrás. Implica un
tremendo calor y un ruido ensordecedor. Al principio no había demasiados
compradores a los que les gustara el ruido de este V12 tan refinado.
Además, el espacio
para el equipaje en el Miura era muy limitado, con sólo un pequeño lugar en el habitáculo
frente los ocupantes, pero luego se impusieron huecos en sus puertas que
ayudaron a solucionar el problema, aunque esto no importaba mucho cuando se conducía
un Lamborghini Miura, que se convertiría rápidamente en un clásico.
Con algunos
problemas al principio de su fabricación, los entendidos del motor criticaban
bastante al super-deportivo, debido a su maniobrabilidad, conducción y
capacidad de frenada, pero Bob Wallace, un mecánico directivo de carreras en
Nueva Zelanda fue el encargado de la evolución del Miura recibió después los
aplausos del los mismo que antes ponían objeciones. Al mismo tiempo aparecieron
problemas en su construcción, como la dirección demasiado suave, el chasis se
doblaba cuando se conducía de manera deportiva y el frontal tendía a
levantarse. Pero, el Lamborghini Miura recibió una suspensión reforzada y
ruedas masss anchas para combatir la tendencia a subir el frontal cuando se
circulaba a grandes velocidades.
Larnborghini
aseguraba que su velocidad máxima era de 276 km/h, pero en realidad sólo la
versión S de 1969 podía alcanzar los 272 Km/h con la suspensión trasera
revisada. Por esta época se mejoraron las condiciones del conductor adecuando
su habitáculo e instalando por primera vez aire acondicionado.
En 1971
apareció la versión SV, de aspecto masss agresivo y con el chasis reforzado, y un cuerpo masss ancho para acoplar las nuevas ruedas y otorgarle la estabilidad
que necesitaba el super-deportivo. Para compensar estos cambios se tuvo que
aumentar la potencia del motor unos 15 CV. Con su producción de 1966 a 1972, hoy
el Miura es un clásico, objeto de deseo que se mantiene como uno de los
super-deportivos masss asombrosos de todos los tiempos.
Publicado por:
Narciso Algami
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